Antes de comenzar a maquillarte, es muy importante tener claro que tipo de piel tenemos. De esta forma utilizaremos los productos  que más nos convengan, y así poder obtener los mejores resultados. Una simple crema hidratante puede ser perjudicial para nuestra piel, sino escogemos la adecuada .

 

• Piel Normal: Si tienes este tipo de piel eres una afortunada, es el tipo de piel ideal y la que menos cuidados necesita. Está bien hidratada y con los poros cerrados. Es bastante tersa y no tiene brillos.

Elige productos de texturas fluidas.

• Piel Seca: Está falta de hidratación. Tiene los poros tan cerrados que no recibe agua. Estas  pieles suelen delatarse por tener arruguitas en las zonas donde se gesticula, (alrededor de los ojos, comisura de los labios…) y estar tirante.

Elige productos de texturas densas, cremas, aceites.

• Piel Grasa: De manera natural produce más sebo. Los poros están abiertos y brilla mucho la piel, suelen aparecer granitos. Su superficie suele ser rugosa y se puede ver la piel descamada.

Elige productos de texturas fluidas y oil free (libre de grasa)

• Piel Mixta: Es una combinación entre seca, normal y grasa. La zona T (frente, nariz y barbilla) de caracteriza por ser especialmente grasa, y el resto de la cara normal o seca.

Elige productos de texturas fluidas oil free en verano y en invierno cambia a más densas si te ves la piel más seca.

• Piel Sensible: Cualquiera de estos cuatro tipos de piel puede ser, además  sensible. Es decir una piel mixta también puede ser sensible. Suelen mostrar tendencia a tener cuperosis. Suelen aparecer rojeces por los cambios de temperatura

Elige productos hipoalergénicos específicas para este tipo de piel, que ayuden a reconstituir el manto hidrolipídico y a calmar las rojeces.